Una buena Convivencia Escolar es la anticipación de la vida social que queremos para el país especialmente para los niños y niñas quienes son quienes replicaran nuestros ejemplos.
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domingo, 27 de marzo de 2011

Advierten que problemas auditivos pueden afectar aprendizaje en escolares


Señorita no escuché, ¿puede repetir?”, es una frase que muchos profesores escuchan en la sala de clases. Los problemas auditivos en el país afectan hasta el 17% de los escolares. Una enfermedad que detectada tempranamente puede evitar, también, problemas en el aprendizaje, según especialistas. 
Que el menor no alcance a escuchar lo que dijo la profesora podría deberse por los recurrentes episodios de otitis que afectan a los menores. Otra  de las causas ocurre en la misma sala de clases. Esto, porque los altos niveles de contaminación acústica en las aulas son otra amenaza a la salud auditiva de los alumnos. “Los ruidos de alta intensidad (sobre 80 dB) alteran el umbral auditivo de los niños, es decir, hacen que escuchen menos. Si la exposición al ruido es permanente y sostenida en el tiempo, puede llegar a producir una pérdida auditiva irreversible”, advierte explicó Luis Ortega, fonoaudiólogo de Gaes.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), para poder oír y comprender los mensajes orales en el salón de clase, el nivel de sonido de fondo no debe ser mayor de 35 dB.
Lo importante, según el especialita, es prevenir pero sobre todo una detección temprana de la enfermedad podrá evitar una sordera y evitará problemas de aprendizaje.

Estudio dice que alumnos que hacen trampa sobreestiman su capacidad académica


Mirar para el lado, “soplar y copiar” no solo sería un engaño a corto plazo, si no, también a futuro. Según una investigación de la Universidad de Harvard y Duke, los estudiantes se hacen falsas expectativas de sus habilidades académicas al ver buenos resultados en las pruebas o tareas. Una realidad que conlleva a un futuro de fracasos, según los investigadores.
De acuerdo a una muestra de 40 mil estudiantes de colegios públicos y privados de Estados Unidos, un 59,4% admitió haber copiado en pruebas o tareas, incluyendo un 55% de los alumnos destacados, consignó Edweek.
Además, la investigación encontró que la mayoría de los estudiantes de enseñanza hizo trampa alguna vez. El porcentaje crece entre los alumnos mayores. 
La mayoría de los engaños a los profesores se realizan en las tareas y trabajos. Más de un 80% de los escolares admitió haber plagiado trabajos de internet, por ejemplo.
“Uno de los fenómenos más tristes es que los estudiantes están asistiendo al colegio para mejorar sus técnicas para hacer trampa o copiar”, señaló John Fremer a Edweek.
Según el estudio, los estudiantes que hacen trampas trasladan dicho hábitos a la vida social y futuro laboral.

El uso del iPad y celular con fines pedagógicos irrumpe en las salas de clases chilenas


Los colegios en EEUU están encantados con las ventajas que otorgan las nuevas tecnologías en el ámbito educativo. Si bien aún no hay un estudio sobre los efectos pedagógicos del uso de iPads y celulares, las razones que han cautivado a los docentes son el bajo costo de los aparatos en esos países (US$ 20 al mes por el arriendo), su poco peso (el iPad pesa menos de un kg. versus 20 kg. de los libros de texto) y la concentración que generan estos aparatos en los alumnos en la clase.
Los mismos motivos por los que los dispositivos están comenzando a llegar a las aulas chilenas.
En el Santiago College, Jessica Alan, la profesora estadounidense especializada en tecnologías en el aula, aplicará un programa piloto en base a la tableta de Apple.
Los alumnos de 1° a 5° básico podrán conocer la densidad de la materia experimentando con las moléculas a través de la pantalla táctil y saber la ubicación exacta en donde se encuentran a través de Google Earth, por ejemplo. "El iPad permite que los niños aprendan de manera integral, ya que hace converger a todas las asignaturas", comenta Alan. Además, a 20 profesores se les entregó uno para que experimentaran con él durante el verano.
El privilegio también llegó a 38 escuelas municipales apadrinadas por la fundación Haciendo Escuela: cada una recibió 10 iPads.
La escuela Arnaldo Falabella es una de ellas. Desde fuera del edificio se pueden ver un par de ventanales rotos, la reja oxidada y un auto abandonado en el sitio vecino. Pero es probablemente el colegio de Estación Central con más computadores: tienen 52 PC, 45 netbooks, dos netbooks y ahora 10 iPads.
A partir de abril, 10 profesores serán capacitados por la Academia Mac-Pc. "Los niños de colegios municipales aprenden igual que los de colegios privados; la diferencia es que no tienen igual acceso a la información. El iPad les da esa posibilidad", dice la directora Loreto Contreras.
Según un estudio realizado el 2010 por el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación de la UC (CEPPE-UC), el 75% de los alumnos evaluados en TICS era capaz de responder correctamente a las preguntas sobre la información que obtuvieron de internet. "Lo relevante son los procesos cognitivos de los alumnos y no tanto qué dispositivo se utilice, aunque los nuevos tablet podrían hacer más fácil esos procesos en las aulas", dice Ignacio Jara, subdirector del CEPPE-UC.
¡No apaguen los celulares!
Otros profesores comenzaron a aplicar celulares en las aulas, en vez de luchar para que los niños los apaguen. Es el caso de Nancy Camus, profesora del Liceo Politécnico de Llay-Llay, de San Felipe. La idea nació en una calurosa clase después de la hora de almuerzo. "Quise despertar a mis alumnos haciendo una clase de historia al aire libre. Un par se puso a jugar con el celular y les pedí hacer un video con el aparato sobre la materia", dice Camus.
El teléfono móvil se puede usar durante las clases para transferir archivos entre los dispositivos presentes. También se pueden bajar documentos para compartir desde una página web. "Los niños se concentran más en la materia y el celular se convierte en un aliado y no un elemento de distracción", agrega Camus.
Por su parte, el laboratorio de Computación y Comunicación para la Construcción del Conocimiento de la U. de Chile (conocido como C5), realizó, junto a la empresa Andina Tech, un software para celulares que permite que los profesores armen juegos de roles.
En el proyecto piloto participaron 200 alumnos de la Región Metropolitana, los que salían a terreno con sus teléfonos. A través del protagonista del juego, tenían que recolectar información que el software les pedía para avanzar a la siguiente fase. "Esto hace que los alumnos aprendan sobre las características de los alimentos o de los animales sin que les parezca aburrido", dice Matías Espinoza, colaborador del proyecto. Andina Tech lo comercializará a partir de este año.

Clases a través de Google Apps

Las plataformas digitales también sirven como herramienta pedagógica para los docentes.
El Instituto Hebreo de Las Condes utiliza desde hace un año Google Apps para estar en contacto con sus alumnos. Si un escolar falta a clases, el profesor sube las clases a la página del curso para que éste pueda recuperar la materia y no atrasarse. O en caso de que otro estudiante quiera profundizar más en una asignatura, el profesor sube información extra.
"Alumnos y profesores tienen una cuenta creada para cada uno, y éstas convergen en una página común de curso, donde pueden compartir la materia y otras cosas", explica Sergio Herskovits, director general del colegio. Desde 1° básico a IV° medio, todos los cursos y alumnos poseen una cuenta, pero solo el 70% la ocupa. Por eso, en 2012, pretenden darles una cuenta a los padres para integrarlos al proceso educativo en red de sus hijos.

Lo que gana enseñándole a un niño a perder


"Con una ceremonia de premiación en donde todos fueron considerados ganadores finalizó la segunda versión del campeonato de fútbol para niños de párvulo", apunta la web de un colegio capitalino. Y recalcan que el certamen sólo tuvo un carácter "recreativo y no competitivo".
Ese el tenor de los campeonatos de fútbol para menores: premios para todos, incluido un galardón al equipo "de mejor presentación" (las camisetas más bonitas), un eufemismo para "distinguir" al cuadro de peor rendimiento del torneo. La idea es no dejar a nadie sin medalla.
Pero cada vez hay más especialistas que afirman que en rigor, la premisa de decirle abiertamente a un niño que perdió, no solo no es mala sino que es lo mejor.
Luz David Shields es profesor de la U. de Missouri (EE.UU.), coautora de Competir de verdad: Una guía para buscar la excelencia en el deporte y la sociedad y un convencido que aunque el principal sustento del deporte es el juego en sí mismo, ganar o perder acentúa el nivel de emoción y desafío. "Parte de aprender a competir es aprender qué significa el marcador", dice al diario Boston Globe. En su opinión, retrasar artificialmente el registro de los goles, como promueven muchas competencias, hará más difícil que los niños mantengan las cosas en perspectiva. Y aquí está el matiz. El mensaje más importante para el niño, aclara, no es decirle que perdió, sino que perder no es sinónimo de fracaso. Es simplemente un punto de referencia a un momento concreto y un conjunto de circunstancias. "No podemos inculcarle a un niño ir por la vida con miedo a perder".
"Involucrarse en la competencia incluye afrontar todos sus posibles desenlaces", advierte a La Tercera César R. Torres, de la U. Estatal de Nueva York (EE.UU.), quien añade que "el beneficio de enfrentar todos estos posibles desenlaces, incluida la derrota, es que los niños aprenden sobre su potencial y qué deben realizar para superarse".
Un estudio de 2010 de la U. Estatal de California y de U. de Texas (EE.UU.) corroboró algunos beneficios de competir, especialmente cuando los niños separan ganar "para dominar a otros" de triunfar para "superar metas personales". Cuando lo hacen en este segundo caso, los adolescentes mostraron más autoestima y mejor socialización y menores niveles de depresión. "El mensaje es que la competencia está bien para los niños, siempre y cuando los entrenadores y padres no sólo los hagan competir para ganar. El niño necesita sentir que está mejorando sus habilidades de lo que sea (deportes, música, estudios) en el contexto de la competencia", dice a La Tercera, Dave Hibbard, quien dirigió el estudio.
No los engañe
Una práctica habitual es que los padres engañen a sus hijos haciéndoles creer que ganaron para que no se frustren, pero los expertos piden no subestimar su inteligencia. Si el niño patea mal una pelota (no acierta al arco) y otro niño sí lo hace, percibirá que lo está haciendo mal. "Desde muy chicos saben si han ganado o perdido", dice Hibbard. "Alentarlos a superarse es apropiado, sin embargo, mentirles respecto a sus posibilidades genera falsas expectativas al punto que socava su capacidad para autoevaluarse, comprender la realidad y decidir cuáles son sus intereses y objetivos", dice Torres.
"¿Por cuánto tiempo podrá seguir diciéndole que lo está haciendo bien?", pregunta en el Boston Globle Peter Hager, magíster en Educación Física de la U. Estatal de Nueva York. "No llevar registro de los goles servirá de poco para cultivar la confianza en sí mismo y su autoestima", cuestiona.
Cuando los niños finalmente sean expuestos a los marcadores y entienda vocablos como perder, golear, apabullar, no estarán equipados para entenderlas. Peor aún, por su nulo conocimiento de lo que implica competir, es probable que al hacerlo de verdad, le dé una importancia exagerada.
"Los niños deberían ser introducidos al deporte competitivo a partir del momento que son capaces de comprender esta lógica y procesar adecuadamente sus posibles desenlaces, incluida la derrota, caso contrario es probable que se genere frustración y hasta aversión", dice Torres.
"La competencia es la forma en que se creó nuestra cultura, y no es posible para todos ganar. Haciendo hincapié en los niños que la competencia también trata de expresar lo mejor de uno mismo es la forma más saludable de lidiar con la derrota infantil. Nuestro estudio mostró que una explicación cálida con el niño sobre los sentimientos acerca de la decepción lo ayuda a aprender de la competencia", apunta Hibbard.
David Johnson, de la U. de Minnesota (EE.UU.), dice que es necesario valorar tempranamente qué implica competir. "Implica -entre otras cosas- adquirir habilidades de afrontamiento (cómo enfrentar las dificultades). Para aprender a hacer frente a la adversidad, necesitas algo de adversidad", señala.
Según Shields, un gran logro requiere un gran esfuerzo, y un fuerte deseo de ganar es un poderoso motor para el esfuerzo. "El problema no es ganar, si no, por qué quiere ganar". Si un niño está feliz de ganar una carrera porque su rival se cayó, hay un problema. Para Hibbard, el tema es lograr victorias para superar metas personales, no para avergonzar rivales, porque cuando un menor compite para mostrar dominio, pagará un precio emocional muy alto en el futuro.

Mientras más se resiste un adolescente, más aumenta su capacidad cerebral

 
Un estudio de la Universidad de Oregon sostiene que los adolescentes que se resisten a la presión de sus amigos para actuar de manera inadecuada, desarrollan partes del cerebro que les permite a futuro sobrellevar de manera más fácil las malas influencias.

El experimento se desarrolló en un periodo de tres años con 38 adolescentes de diez años y de diversos orígenes. El examen sometió a los jóvenes a resonancias magnéticas para medir los cambios en el flujo sanguíneo de su cerebro mientras observaban imágenes que contenían rostros con distintas expresiones emocionales, y también completaron cuestionarios para evaluar su susceptibilidad a las influencias de sus pares.

El estudio mostró sorprendentes resultados para los investigadores. Durante el experimento, aumentó una región del cerebro denominada estriado ventral, que se relaciona con el aumento de la capacidad de los niños para eludir situaciones riesgosas. Esta área del cerebro es conocida por su papel central en la respuesta a la recompensa.

El siquiatra y experto en adicciones de la Universidad de Santiago, Humberto Guajardo, explica que para que los jóvenes puedan negarse deben desarrollar el lóbulo prefrontal, que se encarga de las funciones ejecutivas (toma de decisiones, planificación y organización del individuo), lo que les permitirá enfrentar las adversidades que plantea la vida. El entrenamiento de esta región puede lograrse cuando a los niños se les enseña que la vida tiene opciones, y que no siempre están obligados a cumplir con algo. Hay que enseñarles a los jóvenes a captar las distintas formas de la realidad, dice Guajardo, pues esto hará que su estriado ventral, que se encuentra en la parte frontal del cerebro, se active, y de esta manera las conexiones cerebrales se multipliquen.

El cerebro toma las decisiones antes de que nosotros las sepamos


Expertos en psicología básica de la Universidad de la Laguna, en España, afirman que cuando tomamos una decisión, nuestro cerebro ya la había formulado 200 milisegundos antes. Esto se debe a que la materia gris ubicada dentro de este órgano dispara el mecanismo de respuesta para tomar una determinación antes de que seamos conscientes de ello.
El cerebro toma las decisiones en función de todo el “historial” que tiene determinada persona, que se adquiere desde lo congénito hasta lo cultural. Luego, la conciencia de la decisión llega después de lo que haya decidido anteriormente la maquina neuronal del cerebro, señala el director de la investigación, Manuel de Vega.
El descubrimiento es parte del proyecto Neurocog, de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información, que estudia las bases neurológicas de la distintos aspectos de los seres humanos, como fenómenos neurofisiológicos y la neuroimagen de los procesos de integración sensorial.
Este estudio entra en el marco de la neurociencia, disciplina científica, que se encarga de estudiar las actividades del cerebro, como la capacidad de pensamiento, memoria, lenguaje, personalidad, emoción e interacción con el entorno.

Por qué es importante que los niños no presten su flauta


Aunque generalmente se exija a los alumnos llevar su propia flauta a las clases de educación musical, ellos la comparten entre sus amigos sin ningún problema. Pero los expertos aseguran que la combinación de bocas en un mismo instrumento, sin un saneamiento adecuado, produce que las bacterias y hongos siguen creciendo después de su último uso, incluso durante meses, reporta el diario español El Mundo.
Expertos de la Universidad de Oklahoma, en Estados Unidos, analizaron 117 partes distintas (boquillas, cámara interna) de 13 instrumentos diferentes (flautas, trompetas, etc), pertenecientes a alumnos de una banda musical escolar. Así descubrieron que algunas de la piezas no habían sido utilizadas en semanas y otras en meses, pero que aún así la infección seguía viviendo en ellas. El estudio reveló que los instrumentos tenían 442 bacterias distintas (estreptococos), 58 hongos y 19 levaduras. Estos organismos pueden provocar en los niños el desarrollos del asma, además de infecciones a la piel, en la boca y en los labios.
Lo que más preocupa a los expertos es que muchos de los microorganismos presentes son muy resistentes a los antibióticos. Con estos argumentos, los estudiosos aconsejan que se limpie la totalidad de las flautas, y no sólo las boquillas. Los autores del estudio además concluyen que es importante hacer un examen a todos los jóvenes músicos para detectar si sufren o podrían sufrir alguna patología por la poca higiene de los instrumentos musicales.

La genialidad está en la perseverancia

Nuevos estudios confirman que ni el talento ni los genes bastan para alcanzar el éxito: la clave es intentar una y otra vez. Una nueva fórmula, basada en la capacidad para seguir en carrera, podría dejar obsoletas las pruebas de coeficiente intelectual.
Todo parecía estar en contra. Con el peso de su reciente fracaso matrimonial, una hija a quien cuidar y los escasos ingresos que obtenía de su pensión estatal, J.K. Rowling había decidido que la única forma de superar el trance era logrando algo importante. Era el año 1994 y, apenas la pequeña Jessica se quedaba dormida, Rowling se dirigía hasta el café más cercano para escribir, día tras día, las historias del joven mago que años más tarde la convertirían en una mujer mas rica que la propia Reina de Inglaterra. El resto es historia conocida.
¿Qué tienen en común la creación de Harry Potter con la lucha del Rey Jorge VI por vencer su tartamudez, como muestra el galardonado filme El discurso del Rey? Todavía más, ¿qué tienen en común la obra musical de Mozart con el trabajo de científicos como Albert Einstein o Isaac Newton? La clave no es otra que la perseverancia. Así lo demuestran los últimos estudios que confirman, de manera definitiva, que el secreto tras el éxito no son los genes ni el talento. En otras palabras que el talento se hace, no nace.
Cambio de enfoque
Si durante décadas los investigadores plantearon que la mejor forma de descubrir un talento era midiendo el coeficiente intelectual de la persona y sus "habilidades cognitivas", hoy la tendencia es enfocarse en características de la personalidad como el autocontrol, la motivación y la capacidad para mantenerse enfocados en una tarea específica en el largo plazo. Esfuerzos que hoy apuntan a "inocular" esta capacidad en las escuelas: la meta es dar origen a una generación de niños "perseverantes" capaces de alcanzar sus metas y, en última instancia, desarrollar su propia "genialidad".
Uno de los trabajos que ayudó a desarrollar este nuevo enfoque fue el de la sicóloga de la Universidad de Stanford, Carol S. Dweck. Como parte de un experimento, tomaron a cientos de niños de educación básica de 12 escuelas en Nueva York, a los que dividieron en dos grupos. Todos debían tomar el test de coeficiente intelectual, pero mientras un grupo era premiado por su inteligencia, el otro recibía incentivos por su esfuerzo en la prueba.
Resultó que los últimos mostraban trabajar con más empeño en resolver los puzzles que presentan estos tests, mientras que el grupo de "los inteligentes" se rendía con más prontitud. Finalmente todos fueron sometidos a una nueva prueba, con el mismo nivel de dificultad. El grupo de los "esforzados" mejoró su rendimiento en 30%, mientras que "los inteligentes", cayeron en 20%. ¿La clave? En su informe los sicólogos concluyen que no fue otra que "la confianza de saber que su esfuerzo podía conducirlos al éxito". Dicho de otro modo, la motivación y la perseverancia fue más validada por sus profesores que el talento.
Además de una buena motivación, los últimos estudios sicológicos apuntan también a factores de personalidad que llevarían a ciertos individuos a persistir más que otros en una tarea. Angela Duckworth, sicóloga de la Universidad de Pensilvania, realizó un experimento con 190 participantes en una competencia nacional de deletreo de palabras muy popular en Estados Unidos. Buscaba descubrir qué rasgos presentaban los ganadores.
Las conclusiones no sólo comprueban que quienes más practicaban lograban las mejores posiciones -como era de esperar en esta prueba-, sino que las entrevistas demostraron que entre los ganadores se presentaba una característica en común: firmeza de carácter, persistencia y autocontrol. Ellos tendían a obsesionarse más con alcanzar una meta y se focalizaban en llegar a ella. Claro está que todos, sin excepción, evaluaban el período de práctica como el más aburrido del proceso, sin embargo aquellos que compartían estos rasgos practicaban más y más a medida que comenzaban a apreciar los logros.
Nuevo test
Pero una de las consecuencias colaterales de este estudio fue también comprobar la inutilidad de los tests de coeficiente intelectual para predecir el éxito, asegura Duckworth. Estas pruebas pueden medir la máxima capacidad de desempeño de una persona, pero al igual que ocurre con el deletreo de palabras, para alcanzar el éxito se requiere lo que se denomina "práctica deliberada", ejercicio persistente en el tiempo.
Un ejemplo muy usado por los sicólogos para reforzar el punto es el de Isaac Newton. La historia dice que en el año 1666, de manera súbita y al ver caer una manzana, el físico y matemático inglés desarrolló el concepto de la gravitación universal. Pero la realidad tiene mucho menos de poesía y mucho más de persistencia. Newton escribió cientos de volúmenes estudiando desde los movimiento de los cuerpos celestes hasta la mecánica clásica. Fue así que su teoría fue publicada décadas más tarde, en el año 1687 cuando sale a luz Principia.
Todas estas nuevas conclusiones se suman a las investigaciones de Anders Ericsson, el científico que estableció que para alcanzar la genialidad se necesitan 10.000 horas de práctica y cuyos estudios fueron dados a conocer en libros como El código del talento", de Daniel Coyle y Blink, de Malcolm Gladwell.
Angela Duckworth cuenta que diseñó un nuevo test. Con preguntas del tipo "me distraigo de lo que estoy emprendiendo con nuevas ideas o proyectos o "he estado obsesionado con ideas y proyectos, pero luego pierdo interés", podría ser usado para reemplazar las pruebas de coeficiente intelectual y descubrir así al Newton que todos llevamos dentro.

lunes, 14 de marzo de 2011

Importancia de sala de clases para salud mental

La búsqueda de los motivos de los fracasos escolares usualmente se encuentran en las dinámicas familiares y rutinas cotidianas del hogar, las que pueden generar algún tipo de disfuncionalidad que afecte a un menor.

Sin embargo, en la formación de escolar los factores determinantes son múltiples y mucho de ellos se encuentran en la misma sala de clases. No en sus libros o sus cuadernos, sino en la relación con sus compañeros y profesores, así como las condiciones de aprendizaje.

Así lo asegura un estudio publicado en el Journal of Health and Social Behavior y realizado por investigadores estadounidenses de la Universidad de Maryland, Estados Unidos. Diez mil 700 niños de primer curso de primaria fueron parte de la investigación, que se basó en entrevistas personales a sus padres, profesores y los mismos estudiantes.

En el desarrollo de estas entrevistas se consideraron cuatro aspectos relacionados con el ambiente en que un niño está inserto en una sala de clases: el aprendizaje, los problemas externos, el comportamiento interpersonal y los problemas interiores.

Así se constató que los niños que asistían a clases en las que habían escasos recursos materiales, desde los más básicos como papel y lápiz, hasta los más elaborados, como computadores, mostraban un grado de salud mental más bajo en los cuatro aspectos analizados. Es decir, presentaron problemas para poner atención, tendían a los conflictos con sus compañeros y sufrían de afecciones personales como pena o ansiedad. Todo, según los realizadores del estudio, porque un entorno precario es capaz de frustrar a los niños por no cumplir labores de manera adecuada.

Así mismo, los resultados arrojaron que los ambientes escolares en los que el profesor no mantiene buenas relaciones con sus propios colegas, también afectarían la salud mental de los niños, pues son frustraciones que el docente termina por transferir a sus alumnos.

La investigación, según sus propios autores, sugiere una modificación en la forma en que actualmente se evalúan los factores que influyen en el desempeño escolar, como la condición socioeconómica y la familia, los que desatienden el bienestar infantil en la escuela. Así como también, los resultados sugieren que la calidad de la enseñanza no debe medirse sólo a partir de resultados académicos, sino también por el bienestar de los niños.


Estudio dice que el 10% de las niñas experimenta una pubertad adelantada


Investigación en 3.000 escolares del país confirma que la pubertad empieza cada vez a menor edad.
Si cree que un buen regalo de cumpleaños para una niña de 10 años sigue siendo una muñeca, probablemente cambie de opinión después de leer este artículo. Un estudio realizado por investigadores de las universidades Católica y de Los Andes encontró que un 10% de las niñas del país experimenta signos de pubertad precoz, que se establece con la aparición de caracteres sexuales secundarios antes de los ocho años.
En el estudio participaron 3.010 escolares de cinco a 14 años, pertenecientes a 10 comunas de la Región Metropolitana. Los investigadores examinaron la presencia de signos físicos de la pubertad y, además, encuestaron a las niñas sobre la edad en que tuvieron su primer período menstrual.
La literatura científica internacional reconoce un adelantamiento de la pubertad en las menores, pero con ciertos márgenes. "Lo esperable era que sólo un 3% de las niñas se encuentre en esta condición", explica Hernán García, académico de la U. Católica y autor principal del estudio. ¿El motivo? El estudio confirma que las niñas que tenían sobrepeso u obesidad estaban más propensas a tener pubertad precoz. De hecho, el sobrepeso aumenta en 20 veces el riesgo de que esto ocurra, explica García citando otras investigaciones. Pero no es lo único: el estrés y los problemas familiares son otros factores que favorecen el adelantamiento de la pubertad, según una investigación de las universidades de Arizona y de Wisconsin.
¿Qué hacer? Poner atención a la respuesta sicológica. Al compararse con sus pares y verse distintas, las niñas van a requerir herramientas para aceptar su cuerpo a una edad en que no se habla de este tema, y de esta manera no sentirse diferentes a su grupo de referencia.
El estudio encontró similar porcentaje de niños con pubertad adelantada, pero en su caso, al no haber mediciones biológicas, los autores prefieren cautela con el tema. "El resultado en los hombres sorprende. Pero al ser evaluados por inspección se requiere una confirmación biológica", comenta García. Más aún, porque en su caso no se ven afectados por el sobrepeso, por lo que serán necesarios más estudios para analizar estos resultados.
Menarquia
El estudio también estableció que las niñas chilenas tienen la menarquia, es decir, su primera menstruación, a los 11,87 años de edad en promedio, siendo menor en las niñas que presentan índices de obesidad: 11,4 años.
Se trata de la nueva etapa de un proceso que se ha desarrollado en los últimos 120 años. En 1888, Eloísa Díaz, la primera mujer médico en Chile y Sudamérica, estableció que la edad en que más frecuentemente se presentaba la menarquia en Santiago era los 16 años. Edad que se redujo drásticamente en un siglo: un estudio realizado en 1974 en 354 niñas de la zona norte de Santiago situó en los 12,6 años la primera menstruación.
Tres décadas después, una investigación conducida por la endocrinóloga infantil Ethel Codner en 2004 mostró que esta edad se mantenía estable. "Por primera vez en los últimos 20 años se constata un adelanto en la edad de la menarquia en nuestro país", destacan los autores del presente estudio. Un proceso que no es exclusivo de Chile: varias mediciones europeas han mostrado que la menarquia se ha adelantado desde los 16,5 años en el siglo XIX hasta los 13 a mediados del siglo XX.
Una de las teorías que busca dar respuesta a este fenómeno se encuentra en la leptina, una sustancia secretada por las células del tejido graso, la cual favorece la liberación de la hormona liberadora de gonadotrofina, una sustancia crucial para la función reproductiva que se activa en la pubertad. De este modo, las niñas con sobrepeso tenderían a activar la hormona antes y, por lo tanto, a iniciar su desarrollo sexual de manera más temprana.
Los autores del trabajo también mencionan como posible causa la interacción del organismo con sustancias químicas externas. Un estudio realizado en Estados Unidos mostró que el uso de productos para el cabello que contienen estrógenos generó el desarrollo de glándulas mamarias en las niñas.
Tanto la alta prevalencia de signos de pubertad precoz como el adelanto de la menarquia puede tener consecuencias para el desarrollo físico de esos niños. "Para las mujeres es tema. Puede comprometer su estatura final, porque en estos casos terminan de crecer antes", explica García. Esto, porque después de la primera menstruación, las mujeres crecen en promedio alrededor de cinco centímetros.

Videojuegos y gasto energetico...

Videojuegos interactivos aumentan gasto energético en niños
Además de divertirse, estos juegos efectivamente provocan un gasto de energía considerado aceptable por los expertos.



Aunque obviamente no reemplazan las bondades del ejercicio tradicional, los videojuegos interactivos son una buena fuente de gasto energético en los niños. Esto es lo que se desprende de un estudio realizado por las universidades de Brigham Young y Massachusetts, quienes evaluaron el efecto de distintas formas de juegos activos sobre el gasto de energía en niños que tenían distintos índices de masa corporal (IMC).
De acuerdo a lo indicado por los autores de la investigación -que fue publicada en la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine-, frente al sedentarismo que se experimenta cuando los niños sólo ven televisión o están frente al computador, esta actividad "puede proporcionar un complemento viable para un ejercicio más tradicional".
Así por ejemplo, imitar los movimientos de un baile o de un boxeador, temas en los que se basan muchos de los títulos que están disponibles actualmente en el mercado, entregaría un gasto energético catalogado como moderado o vigoroso, lo que concuerda con las recomendaciones de actividad física para los niños.
El estudio incluyó a 39 niños, quienes se desempeñaron durante diez minutos tanto en una cinta para caminar (a 4,8 kilómetros por hora) y luego debían jugar distintos títulos interactivos, como "Dance Dance Revolution", "LightSpace" y "Boxing" de Nintendo Wii, entre otros.
"Aunque esta actividad probablemente no sea la solución a la epidemia de la obesidad infantil, podría transformarse en una estrategia innovadora para reducir el tiempo de sedentarismo, aumentar la adherencia a los programas de ejercicio, y promover el disfrute de la actividad física", concluyen los científicos.


Constante uso de aparatos electrónicos influye en mal dormir

Revisar correos electrónicos, mensajes de texto y ver televisión interfieren en los hábitos de sueño, según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos.

 La tendencia a ver televisión cada noche antes de dormir, revisar correos electrónicos y mensajes de texto antes de apagar la luz, podría estar interfiriendo en los hábitos de sueño de los estadounidenses, de acuerdo a una encuesta realizada por la Fundación Nacional del Sueño.
"Desgraciadamente, los celulares y los computadores, que hacen nuestras vidas más productivas y disfrutables, pueden ser objeto de abusos hasta el punto de contribuir a que la gente duerma menos por la noche, lo que deja a millones de estadounidenses trabajando de forma mediocre al día siguiente", dijo en un comunicado Russell Rosenberg, vicepresidente de la fundación, con sede en Washington.
Casi el 95 por ciento de los encuestados dijo que usaron algún tipo de dispositivo electrónico una hora antes de irse a dormir, y aproximadamente dos tercios admitieron que no habían dormido bastante durante la semana.
Charles Czeisler, de la Escuela Médica Harvard y del Brigham and Women Hospital de Boston, dijo que la exposición a luz artificial antes de ir a dormir puede aumentar el estado de alerta y suprimir la liberación de melatonina, la hormona que induce el sueño.
"La tecnología ha invadido el dormitorio", explicó Czeisler en una entrevista. "La invasión de las tecnologías que nos ponen alerta en el dormitorio puede contribuir a la elevada proporción de encuestados que dijeron que de forma rutinaria dormían menos de lo que necesitaban".
OTRAS CIFRAS
La tendencia a estar conectado significa que incluso aunque alguien se duerma, luego puede despertarse por el celular, los mensajes de texto o los correos electrónicos durante la noche.
"Uno de cada 10 niños dijeron que se despiertan por mensajes de texto después de haberse ido a la cama. La gente no apaga sus Blackberries", dijo Czeisler, añadiendo que todo esto se está cobrando horas de sueño.

POCAS HORAS DE SUEÑO
Los expertos recomiendan que los adolescentes duerman 9 horas y 15 minutos por noche, pero los adolescentes tienden a hacerlo una media de 7 horas y 26 minutos entre semana.
"Lo que más me preocupa es lo poco que duermen los jóvenes entre 13 y 18 años", dijo Czeisler. "Los niños de hoy duermen una hora y media o dos horas menos que hace un siglo. Eso significa que pierden aproximadamente 50 horas de sueño al mes", dijo Czeisler.
Para sobrellevar esta falta de sueño, todos los grupos dijeron que consumían  bebidas con cafeína -aproximadamente 354 ml por persona - de forma diaria, y durmiendo siestas, algunas veces más de una al día.
"Los padres debería sacar estas tecnologías del dormitorio de los niños si quieren que les vaya bien (en el colegio)", puntualizó Czeisler.

fuente: La tercera on line.

Recuerdos: Mi escuela, Lugar de Paz - 2010